Por: Reportero | 16/02/2021 21:01
Este martes fue anunciado de manera oficial que Efraín Moriel y Chofi Jurado dejan de ocupar la dirigencia partidista.
Entran en su lugar Rafael Álvarez y Dalila Villalobos, quienes de inmediato asumen los cargos y entran de lleno a la operación política.
De entrada, que el delegado nacional del PRI, Juan Benítez se encuentre en Parral realizando este tipo de relevos es una muestra muy clara que la situación en el partidazo es compleja.
Sin embargo, por lo escuchado, el cambio de dirigentes no es justamente la solución a todos los problemas.
Tal parece que, en esencia, lo que está causando complicaciones es la designación de candidatos y desde luego, la planilla de regidores.
Lo que se escucha hacia el interior del PRI es que hay también un severo conflicto entre el grupo de los Villalobos con el equipo que dirige Erick Jurado y José Alonso Nuñez.
Los Villalobos pugnan porque las candidaturas a las regidurías sean para los sectores, organizaciones y presidentes seccionales, como siempre ha sucedido en el PRI.
El equipo de Jurado y Núñez tienen otra visión sobre esas designaciones y pugnan porque entren otras personas a integrar la planilla.
En las ya muy diversas platicas que ha ocurrido en las últimas horas, los Villalobos aseguran no tener “bola incomoda” con Miguel Jurado, por lo cual, los desacuerdos existen entonces, con su equipo cercano.
La salida de Efraín Moriel desencadenó enojos ya que a tan solo cuatro meses de haber asumido el cargo de Presidente y dentro de una muy larga lucha para obtenerlo, ya lo “bajaron”.
Todo indica que el método para sustituirlo no fue cordial ya que horas antes le avisaron del PRI Estatal que tenía que entregar de inmediato la dirigencia y que no hubiera escándalos.
Hubo varios intentos de conciliación, pero todos fueron inútiles y ahorita, la crisis interior es delicada.
Los que conocen los números en el partidazo aseguran que el PRI, en la condición en la que se encuentra asegura en la jornada electoral llevar a las urnas 10 mil votos...
Pero, la elección por la alcaldía la pueden ganar con 16 mil, entonces, el PRI se está jugando en un “volado” su futuro a mediano plazo...
El divisionismo es evidente y por mucho que se pretenda maquillar, la realidad aflora porque hay demasiados dolientes.
El asunto es que la crisis se observa tan profunda que para lograr controlarla se requiere mucho tiempo y oficio político, elementos que en ambos casos, son escasos.